Cusumbo

Por:David García Tejada.
Este fue el mejor viernes 4 de Septiembre que haya tenido en la vida. Frente al museo, iglesia y una vez convento La Merced. Un lugar al que pocos considerarían apto para hacer un evento de música alternativa, resultó siendo un acierto. La Sociedad de Mejoras Públicas, precisamente por ser pequeño, probó ser acogedor para que el público bailara, saltara o simplemente disfrutara de la música. No sobra decir que al ser un patio abierto, el calor de la ciudad no fue el problema que suele ser cuando hay mucha gente reunida.
Aunque lo importante es la música en estos eventos, tenía que hablar de lo inusual y acertado que resultó esta locación para dar sede a la primera versión de Cusumbo.
Sin dar más vueltas, quiero aplaudir a los organizadores del festival. Me atrevo a decir que con el presupuesto que tenían disponible, hicieron un trabajo excelente y superaron las expectativas. El cartel fue casi en su totalidad impecable, nunca antes habían montado tantas bandas que me gustaran tanto en un mismo escenario de esta ciudad.
Cusumbo abrió las puertas a las 4 de la tarde. Debo resaltar y aplaudir el trabajo de los chicos de Lime Hash Grenade, que aunque los conocía por Soundcloud, no había escuchado en vivo. Tienen un sonido muy fresco, muy Arctic Monkeys, muy de las nuevas generaciones e impactaron con su sonido a todos los que llegamos temprano.
La noche no decepcionó a nadie y los que pasaban por la tarima seguían llevando el ambiente. Danicatack de Bogotá, con un estilo que me hizo recordar a Soda Stereo, fue el momento de reflexión temprana, para sentarse y disfrutar antes de escuchar a los Electric Sasquatch que hasta levantaron el mosh pit del cual fui víctima. Recibí un golpe en el estómago mientras tocaban Hunting Season, pero sobreviví a pesar de la edad y los años alejado de saltar y darme golpes en un concierto. La noche llegó a la cúspide con la banda que invitaron a todos estos artistas en primer lugar, los amigos de la casa, Cirkus Funk.
El lanzamiento de su nuevo sencillo, La Brisa. Fue como siempre que tocan estos pelados, una fiesta completa. Ponen a bailar a todos con su funky y fusiones. Unos dignos representantes del espíritu caleño de rumba y diversión, pero sin necesidad de solamente la salsa.
Entre muchos estupendos artistas, La Máquina Camaleön, una banda ecuatoriana que se sumó al cartel de Cusumbo a última hora y con poco tiempo para que alguien tuviera la oportunidad de escucharlos bien, pero sin necesidad de eso, se robaron la atención y se metieron a los playlists* (incluído el mío) de muchas personas que llegaron a conocerlos ese día. Sus canciones son todo un viaje sensorial casi psicodélico pero al mismo tiempo algo inocente y simple.
Para cuando Telebit llegó al escenario no había tanta gente como antes, pero los que esperaron fueron tratados como realeza, pues la banda bogotana se lució con sus canciones más conocidas y su álbum más reciente, dando un orgasmo auditivo al que los oía, así fueran transeúntes en las calles del centro de Cali.
El cierre también estuvo a cargo de unos viejos amigos de la casa y de toda la ciudad. Los Indajaus, los que ponen a bailar cada semana a MiKasa Bar.
*Cuando una banda es muy buena, la mejor forma de honrarlos es ponerla en la playlist que tenga sonando más seguido en ese momento.
Ver álbum de fotos: https://goo.gl/icVG7v