“Estamos creando escena”

Por: Sebastián Barona.
Juan Pablo apenas reconocía Cali: había escuchado rumores en los libros, sabía que la música vive aquí. Fuimos a buscarlo en su modesto hotel. A pesar de haber respondido cientos de preguntas ese día más temprano, nos atendió con una sorprendente amabilidad, dispuesto a hablar con gran lucidez de lo que le apasiona ¿Qué puedes preguntarle a un músico? Tienen la vida perfecta, miles de sentimientos en las manos y costales de aplausos. Bajó por el ascensor acompañado de su Manager, extrañamente simpático, luego estiró el brazo “Mucho gusto, Juan Pablo Vega” y se sentó en la pequeña banca para que pudiera invadirlo con mi grabadora.
Más tarde en la noche, el escenario pareció contradecir la persona que tenía en frente, compartía sus pensamientos sin descuidar su intimidad, la mirada esquiva a la cámara, la cabeza baja, los hombros encogidos, los pies muy juntos, como si hubiera querido reservar lo mejor para las siguientes horas, pero mientras tanto, sólo se limitaba a poner palabras en el aire sin irse por las ramas. “Juan Pablo, ¿Qué es lo mejor de ser músico?”.
Un huracán producido por un saxo y un trombón barrió con todo el silencio; lo anunciaron como “maestro de ceremonias” él salió de las cortinas con pose de mimo y una sonrisa que no es para entrevistas. Aplausos, gritos, todo se manifestaba mejor en la primera fila, habían esperado más tiempo. La banda saludaba y se apropiaba del teatro. Pero antes, Xavier Martinex, había dejado las tablas tibias como invitado sorpresa. Junto con un gran amigo y un par de guitarras, nos atrapó a todos en su mundo pacífico y melancólico. La chica que estaba de pie buscando dónde cargar la batería del celular no tuvo más opción que sentarse a oír. Xavier fue breve e inolvidable y la gente sabe de aplausos merecidos.
El inicio fue un derroche de energía liderado por los vientos, todos los músicos disfrutaban con su atuendo tropical, hacían que la música se sintiera en el suelo. Juan Pablo Vega había dejado el micrófono un poco alto, así que debía empinarse y de esa manera evitar que se le salieran los ojos con las notas altas. Me había contado que todo se trataba de transmitir, que eso era lo más bello. Ellos hacían las canciones, pero las personas las hacían suyas, se volvían parte indisoluble de alguna vida. Ama producir, además lo hace muy bien, con artistas como Juan Manuel Medrano y Esteman, sin embargo nada se compara a la efervescencia de tocar en vivo, esa fascinante posibilidad de crear emociones instantáneas.
Juan Pablo se refiere a la escena independiente como un camino difícil de recorrer, que sólo es posible llegar lejos al persistir, pero es más sencillo abrirse paso en compañía. Por eso más allá de intenciones comerciales, ha unido voces de la manera más genuina con personas de la talla de Catalina García, vocalista de Monsieur Periné. “Estamos creando escena” gritó en uno de los mejores momentos del concierto, mientras le mencionaba a su público que no importaba si había diez personas o cien, estaban dispuestos a tocar con las mismas ganas.
La música fue un recorrido por todos los estados de ánimo; hubo nostalgia, alegría, irreverencia, un millón de imágenes transmitidas a través de los ritmos, que se dejaban ver en los gestos de las personas. Los brazos, se desinhibían, y muchas sonrisas aparecían al cerrarse los ojos, la gente había sido felizmente atrapada en un flujo de emociones que duró suficiente para disfrutar, pero que debió llegar a su fin.
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya
- Angélica Olaya