Retos de Paz
“Paz mi Pez” es una iniciativa de Luz Ángela Mastrodoménico, una rolita de cabello de fuego, churoso y alborotado, sencilla y sonriente, con un gran sueño de paz en la que todos podamos aportar. Es una muestra de cómo una pequeña idea, puede alcanzar dimensiones inimaginables, ser una potente herramienta transformadora y convertirse en agente de paz. Un movimiento que nace en plena coyuntura del plebiscito, exactamente el 11 de agosto, dos meses antes de que en las urnas se evidenciara un país profundamente dividido. Un ideal de paz diferente al que se firma por unos pocos en un acuerdo, una visión sensata de vivir en armonía y sobre todo, feliz.
¿De dónde nace Paz mi Pez?
La idea nace a partir de dos frustraciones básicas. La primera fue ver que la paz estaba profundamente politizada y no había nadie que dijera que en realidad se trataba de un asunto personal e individual. Y la segunda era ver cómo la gente estaba enfrascada en la rutina y sufriéndose la vida. Incluso para mí, que era una empleada más del sistema y cumplía un horario, era muy duro vivir, sabiendo que es una cosa tan linda.
Paz mi pez no es un proyecto que Luz Ángela se haya puesto a pensar con seriedad y mucho menos con el ideal de salvar el mundo. Al contrario, la inspiración llegó por casualidad, luego de preguntarse qué pasaría si usara una camiseta para enviar un mensaje pacificador.
¿Por qué “Paz mi Pez”?
Pensé en algo informal, divertido y de la calle. Y de Ahí se me ocurrió Paz mi Pez. Además del juego de palabras, encerraba lo que quería hacer: hablar de paz, sin hablar de política y que fuera algo supremamente inclusivo. La expresión nos remonta a la calle, a la informalidad, a una relación entre amigos. Y eso era lo que quería, mejorar la relación con la gente del común que ni siquiera conocemos.
Así que durante la hora de almuerzo en la oficina, Ángela hizo una plantilla de cómo sería su camiseta y preguntó a sus compañeros si la usarían. Algunos dijeron que si, otros que no, incluso le dijeron que era algo muy “boleta”, pero ese primer paso fue suficiente para arrancar con el proceso y un mes después de dejar su trabajo, la idea se compactó.
Comencé con 20 camisetas, 10 de hombre y 10 de mujer. Abrí un fan page, me tomé una foto, la subí y empecé a poner publicaciones diarias, sin pensar que ese iba a ser el gran boom del proyecto. Los retos semanales pegaron muchísimo: a los dos días comenzó a seguirme gente que yo no conocía, porque claro, primero son todos los amigos, y a las dos semanas, ya éramos casi dos mil personas.
¿Cuál es la filosofía de “Paz mi Pez”?
La filosofía de “paz mi pez” es que la paz es algo que se construye desde el interior, en la medida en que yo esté en equilibrio con todos los aspectos que rodean mi vida y mi cotidianidad. Desde los aspectos más sencillos como la alimentación, mi relación con el medio ambiente, con mi cuerpo, el respeto que tengo por mí misma, por mi familia. Y con base en eso voy a tener las herramientas para tener relaciones más sólidas y más pacificas tanto como conocidos como con desconocidos.
¿Qué son los retos semanales? ¿Quién los propone?
Son retos que de una u otra manera yo me he puesto en algún momento de mi vida, porque parte de mi filosofía es hablar desde la experiencia. No puedo pedirte que hagas algo que yo no he hecho, o algo que por lo menos yo no estaría dispuesta a hacer. En realidad los propongo yo, aunque mucha gente me ha escrito diciéndome cosas que puedo postear y aportando ideas. No es Ángela diciéndole al mundo cómo actuar, ni Ángela la gurú, es Ángela aprendiendo como el resto.
A pesar de que durante momentos precisos se ha visto más gente involucrada en el proyecto, Luz Ángela ha sido la mente, las manos y el corazón que le dieron vida. Es ella quien administra la página, quién postea los retos de cada semana, quien se encarga de los pedidos de las camisetas y los despachos, así como de generar nuevas ideas que acompañen su iniciativa.
Mucho más que una camiseta
Pocos meses después de su creación, se ha expandido a libretas, lapiceros, botones e incluso placas de bicicleta, que la misma gente se encargó de pedir cuándo se sintieron identificados con el proyecto.
Las placas de bicicleta me parecieron muy llamativas, porque es sacar a pasear la paz, sobre todo en un ambiente tan difícil como lo es el tránsito. Ahora quiero crear más piezas que permitan vincular más aspectos de la vida cotidiana con la paz.
Además de la venta de “chiros y chécheres” Luz Ángela ha comenzado a hacer presencia en talleres y conferencias relacionadas con la paz, como lo fueron Paz, cuerpo y danza, dictada el 19 de octubre por María Andrea García, psicoterapeuta de la organización Danza y Movimiento y Paz, cocina y alimentación, dictada el 25 de octubre por el abogado e historiador Julián López de Meza y el gastrónomo Nicolás Ávila, ambas en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, de la cual Luz Ángela es egresada.
Fuera de eso, un porcentaje de las ventas, se destina a hacer donaciones de camisetas a zonas vulnerables, ampliando un poco más la ideología de que la paz se construye por todos y cada uno de nosotros.
Las camisetas son hechas de 100% algodón, especialmente confeccionadas para el proyecto. No son camisetas compradas que se mandan a estampar, sino que tenemos un taller de confección y el lugar de estampado. La venta se hace desde mi casa y la gente va mucha veces a recogerla, o si es fuera de la ciudad se hace el envío. La camiseta tiene un valor de 55.000 pesos.
¿Qué es la paz?
La paz no es la ausencia de conflicto armado. Es un asunto muy interno y a lo largo del proyecto he decidido estar muy alejada de ese proceso, principalmente porque creo que la paz no puede ser excluyente. Que si tú eres del sí, o del no, no debe importar si tú quieres llevar a cabo un proceso personal para ser una persona más pacífica. Parto del hecho de no juzgar a las personas por su forma de pensar y eso ha hecho que en este proyecto la gente no se sienta excluida por sus ideologías políticas. Siento que todavía somos un país con una cultura de guerra muy fuerte.